Práctica Arquitectura

Imágenes: César Béjar Studio / Dove Dope

Bajo la luz cenital que ingresa por la cubierta del espacio central de la casa de 4,5 metros de altura, sus habitantes pueden disfrutar del paisaje circundante a través de grandes ventanales que rematan en dos de sus patios periféricos y una amplia terraza que se adentra en el terreno a través de andenes con vegetación. Las habitaciones y servicios ubicados en tres celdas que se articulan alrededor del espacio central replican la experiencia visual de cercanía con el entorno y vistas lejanas, manteniendo una huella compacta del edificio y presencia discreta en el sitio.

Residencia El Aguacate busca ser la interfaz entre sus habitantes y el lugar en el que se despliega, un espacio acogedor para el descanso y la convivencia cuya composición de patios y volúmenes interconectados permite la libre circulación del viento, luz natural y circulaciones.

A partir de un esquema inicial de cuadrados concéntricos, el diseño de la casa se desarrolla definiendo un orden geométrico, programático y estructural que luego fue subvertido para aumentar el tamaño de la terraza y así mejorar su confort. De esta manera, todos los elementos funcionan.

Los espacios públicos y privados alrededor de la sala y el comedor central sostienen el gran techo con sus paredes de bloques grises protegidos por un acabado rústico pulido. La sobriedad y solidez del exterior junto con el diseño paisajístico en piedra aparente acentúan la apariencia pétrea y monolítica de la casa, dialogando a través del color y las texturas con el verde intenso del jardín y el carácter extenso del sitio.

Dado que las diferencias entre la experiencia de "ciudad" y "campo" se han desdibujado por los medios de transporte y la flexibilidad operativa que brinda la conectividad digital, Práctica Arquitectura consideró que era importante replantear la idea de una casa de fin de semana desde el punto de vista ambiental, social, económico y el compromiso estético de proporcionar sólo lo necesario. Así, la firma buscó demostrar que el buen planteamiento y ejecución de una idea, independientemente de la escala y presupuesto, permite decir mucho con poco.