Por Nayeli Hernández Flores

Imágenes: Montse Zuñiga

Originaria de Guadalajara, México, la artista Montse Zuñiga encontró en la pintura una experiencia sensorial que va más allá del lienzo, pero que se puede apreciar a través de él; un lugar donde la pintura conoce la poesía del movimiento visual de los colores, el ritmo y la música interior de lo que cada uno lleva dentro.

Si bien es cierto que a lo largo de los años Montse tuvo muchos momentos en los que supo que el arte sería parte de su vida, fue durante una feria de arte contemporáneo en Copenhague, Dinamarca, cuando vivió un momento que la marcaría para siempre. “Vi una obra de Wes Lang que me transmitió una sensación difícil de describir. ¡Conecté totalmente! y enfrente de ella me di cuenta de que me quería dedicar al arte”.    

Además de estudiar Comunicación y Artes Visuales en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), así como diversos años de taller con el artista Toni Guerra, Zuñiga realiza un incansable proceso de autoaprendizaje, lo que la ha llevado a encontrar su propio estilo y destreza en cuanto a cómo ejecutar una obra de su autoría, convirtiéndose así en su propia maestra para encontrar respuestas a preguntas que se resuelven con nuevas preguntas.     

“El arte es una disciplina en la que se tiene que trabajar todos los días. Una expresión de la belleza, el alma y la poesía del caos, un conjunto también de intereses estéticos que tienen un fondo político, económico, social y personal.” - Montse Zuñiga.

De manera crucial, sus experiencias de vida y personalidad han dejado marca en cada una de sus obras, “con mis experiencias y visión he podido dar vida a mi obra. Mi personalidad a lo largo de los años ha ido cambiando y madurando, sin embargo, hay una esencia que siempre permanece y eso me alegra, lo mismo pasa con mi obra y mi carrera de artista”.  

Ser actor y testigo del lenguaje que logra crear una pintura, es una de las mayores satisfacciones que ha experimentado a lo largo de su carrera artística. “Se resume en cuanto una persona conecta con mi obra o mi trabajo y yo sin decirle nada me habla de lo que le transmite y transforma en ella, lo que ha visto y cómo ha vivido la obra, y muchas veces nuestros diálogos internos se llegan a cruzar gracias al lenguaje pictórico.”

“La pintura representa un medio plástico para alcanzar una obra de valor estético de belleza, un lenguaje metafísico que va más allá del tiempo, lugar y circunstancia. Una suerte de moneda al aire, un registro de un momento o circunstancia particular que se deja en la historia, una elegante manera de mantener la cordura.” - Montse Zuñiga.       

Ese momento en el que su arte es expuesto a la mirada y sentir del resto de las personas, es para Montse como dejar en silencio y soledad a la obra, con toda la fuerza que esto conlleva, “la soledad y la primera impresión, si estoy presente, es como ser espectadora del espectador y del momento, entender qué tanta fuerza tiene una pieza ante los ojos de los demás. Compartir es una de las mejores sensaciones de mi trabajo, así como todo el camino que conlleva el crear una obra de arte, desde el principio hasta el final”.