Malix | La esencia del mestizaje culinario

Staff by THECORE

Imágenes: Diego Padilla

Gastronomía casual que celebra la riqueza del mestizaje culinario define la esencia de Malix, el café-bar-vinatería que abre sus puertas en el corazón de Polanco, Ciudad de México, para compartir la visión del chef Alonso Madrigal, joven talento mexicano que forma parte de la nueva generación que está tomando en sus manos la escena culinaria contemporánea del país. 

Su nombre, cuya pronunciación es Malísh, está inspirado por la palabra de origen maya que se utiliza para nombrar a los perros sin raza y con la que se expresa el planteamiento de una novedosa propuesta, a partir de una inédita mezcla de técnicas provenientes de distintas latitudes e ingredientes endémicos y de temporada, cultivados con procesos de producción responsable. 

Ubicado en Newton 104, Polanco, Malix es el primer restaurante del chef Alonso Madrigal, cuya inquietud, determinación y esfuerzo perseverante, le permitió trabajar y perfeccionar su técnica en algunas de las cocinas más reconocidas, entre ellas las de René Redzepi y Elena Reygadas, en los restaurantes Noma y Rosetta, respectivamente. Sus experiencias, aunadas a un inagotable espíritu emprendedor, lo impulsaron a materializar un concepto que celebra el mestizaje y la experimentación en un laboratorio culinario, que se enriquece con el diálogo constante entre talentos nacionales y extranjeros. 

El menú refleja un carácter ecléctico a través de recetas que, por su aroma, gusto y la frescura de sus ingredientes, capturan de inmediato los sentidos. El dinamismo de una cocina viva se hace presente gracias a la cuidadosa observación de la temporalidad y trazabilidad de los productos y la utilización de las técnicas que revelan su mejor sabor. 

Ejemplo de ello son los encuentros inesperados entre la culinaria oriental, mexicana, mediterránea y de medio oriente, que ponen sobre la mesa creaciones originales como las tostadas de almeja chocolata con salsa sikil pak, de origen maya, y chicharrón; salchicha de cerdo al estilo Lao; ensalada de lechuga al grill con ajo negro y el toque especiado de furikake japonés o la ensalada de hongos silvestres con anchoas, arúgula y queso maduro de oveja. 

El movimiento y cambio constante son clave en Malix y convergen en un espacio con servicio de café, bar y vinatería. Durante el día se sirven desayunos y conforme avanza la jornada el comensal puede disfrutar de platillos para compartir y acompañarlos con cócteles o bebidas de su selección de vinos, cervezas y destilados nacionales. La experiencia se complementa con sus cenas mano a mano, una iniciativa que conecta comunidades, tradiciones y personalidades en una serie de colaboraciones efímeras con diferentes chefs invitados. 

Para brindar un espacio confortable que invitara a la convivencia, Madrigal confío los ambientes interiores a los arquitectos Andrés Mier y Terán y Regina Galvanduque, del estudio MYT+GLVDK. Diseño y gastronomía se reencuentran en torno a un gesto que refuerza los lazos familiares entre Madrigal y Galvanduque, quienes son primos hermanos. Los ambientes interiores se crearon a partir de la combinación de materiales primarios como el cemento y la varilla, con elementos orgánicos a partir de madera de pino y barro artesanal, además de texturas presentes en algunas piezas de mobiliario, como el tapizado, cuyo tacto evoca el pelo de los cuadrúpedos.

Chef Alonso Madrigal