Marie-Chloé Duval | El arte de lo no visible
Por Nayeli Hernández Flores
Imágenes: Keith Shelby / Marie-Chloé Duval
Nacida en Kamouraska, un poblado al este de Canadá, Marie-Chloé Duval pasó los días de su infancia jugando en los campos de la granja familiar, mientras por las tardes se deleitaba al observar el clima; bajo esta contemplación rápidamente desarrolló un fuerte deseo por ver el mundo, por lo que a la edad de 15 años dejó el nido para estudiar inglés al otro extremo del continente.
Aún anclada al territorio que la definía, Duval se permitió soñar en grande, así, a los 17 años optó por dejar definitivamente su hogar familiar para estudiar criminología, desde su perspectiva, una carrera fascinante y un tanto marginal. Allí aprendió sobre la humanidad, la sociedad y lo que nos define, una época de su vida a la que le gusta definir como gratificante.
En un deseo por tocar su lado artístico, en 2014 optó por tomarse un año sabático y ese fue el comienzo de su pasión por el arte, ya que lo que sería un año de pausa se convirtió en toda una vida. “Me gusta pensar que la primera vez que tomé un pincel fue en 2014. Sin embargo, me tomó un par de años entenderlo y ser lo suficientemente valiente como para seguir este camino. En 2016, un amigo me preguntó ¿qué te da energía?, y no mucho después mi profesor de criminología me cuestionó ¿qué es lo que te despiertas con ganas de hacer? Y crear fue la respuesta a estas dos preguntas.”
“Encontré lo que me impulsa en la vida. Veo todos mis pensamientos, acciones y relaciones pasadas a través de esta lente artística. Durante muchos años envidié a aquellos que podían pasar 10 horas al día trabajando en un proyecto, olvidándose de distracciones externas. Pero hoy soy esa persona, cuando estoy creando me absorbo y nunca cuento mis horas.” - DUVAL.
Su enfoque está anclado en una reflexión académica de sus estudios de posgrado en criminología. El trabajo resultante es un proceso de análisis e interpretación de nuestra sociedad. Con un gesto espontáneo Duval pinta la sociedad en todos sus estados y a través de la creación trae a la luz un diálogo de paradojas.
“El arte es este lenguaje para mí. Una forma muy singular de expresar la sociedad, las emociones, las experiencias y la observación. Como artistas tenemos esta increíble libertad de traducir el mundo en nuestras propias "palabras". Esas imágenes transmiten ideas, emociones y mensajes como un idioma. Así, el arte tiene el poder de compartir y abrir el diálogo. Partes de su significado siempre se mantienen en el ojo del espectador, lo que agrega una increíble capa de interpretación y discusión. Para mí el arte es comunicación.” - DUVAL.
Debido a su formación, Duval no se sentiría completa pintando temas sin sentido, sin usar el arte para ser creadora de cambios. Su educación formal en criminología ha aumentado su interés por la justicia social, los derechos humanos, las políticas públicas y los tabúes. Por lo que sus creaciones provocativas y sensibles representan para ella la forma más poderosa de crear conciencia sobre los problemas que le preocupan.
“Desde una perspectiva externa, mis títulos anteriores en criminología pueden parecer mundos aparte de una vida creativa, sin embargo están fuertemente relacionados. Mi formación en criminología me ha enseñado el arte y la ciencia de analizar e interpretar los problemas sociales y las interacciones humanas. Ser estudiante me enseñó cómo trabajar por mis metas, cómo ser ciudadana y la importancia de dejar un legado para la próxima generación. Llegué a comprender que mi deseo de hacer que nuestra sociedad sea más activa e involucrada y, sobre todo, más viva, es fundamental para lo que soy.”- DUVAL.
Con los años, Duval ha aprendido a sentarse y observar el panorama general para celebrar las pequeñas "victorias". Por lo que admite que su primer estudio de artista real de 800 pies cuadrados con grandes ventanales fue un momento sumamente rico y conmovedor en su carrera. De igual manera siempre está feliz de ver la reacción de las personas ante su trabajo, ya que como artista cree firmemente que su trabajo se realiza cuando crea una emoción o una reacción, así, el ver la mirada de las personas es casi como redescubrir su propio trabajo.
“Hago arte para crear un diálogo, para comunicar. Por lo tanto, este momento en el que estoy mostrando es muy interesante. Me tomó años entender realmente por qué estoy haciendo arte y lo que estoy diciendo con él. Es una alegría poder abrir conversación gracias a mi trabajo. Me encanta ver a la gente reaccionar. Cuando estoy mostrando me siento como un observador de la situación, de alguna manera desconectado del hecho de que yo misma hice las piezas.” - DUVAL.
Actualmente radicada en Nueva York, continua su inspiración en las innumerables acciones humanas que la rodean, deconstruyendo los códigos y normas de la sociedad. A través de la pintura, la palabra y la fotografía, Duval cuestiona el lugar del ser humano, creando piezas que reflejan nuestra identidad colectiva.